El fin de semana del 5 y 6 de noviembre se celebró en Vigo el curso de árbitros de Hockey Línea de categoría regional impartido por Ramón Córdoba Díaz de Laspra, colaborador desde la pasada temporada del Comité Gallego de Hockey Línea y encargado de la formación y tutela de los nuevos colegiados en Galicia.
Ramón Córdoba es árbitro internacional de Hockey Línea, perteneciendo a la Real Federación Española de Patinaje desde hace 15 años. Desde 2007 es árbitro internacional, habiendo participado en dos mundiales femeninos, Bilbao (España) y Düsseldorf (Alemania); así como en dos masculinos, Beroun (República Checa) y Rocarasso (Italia).
Además ha estado como árbitro en todas las competiciones europeas que han tenido lugar desde la obtención de la licencia internacional, tanto en las tandas de clasificación como en las finales, compaginando estas funciones con la de árbitro principal en la Liga Elite y demás competiciones donde se le solicite, además de estar en varias Copas del Rey y de la Reina. Durante una temporada participó activamente con la Federación de Hockey de Canadá junto a su máximo responsable, Peter T. Kourtis, compartiendo formación entre ambas federaciones.
Aprovechando su presencia en Vigo pudimos conversar con él a la finalización del curso.
¿Cómo ha sido esta actividad formativa?
Se desarrolló en dos jornadas, una teórica para todos los árbitros antiguos y nuevas incorporaciones, y, al día siguiente, una práctica para las nuevas incorporaciones, aprovechando la celebración de la Sede Benjamín para realizar los primeros arbitrajes tutelados.
Al curso se inscribieron 26 árbitros de los cuales más de la mitad eran nuevos, sin experiencia previa, aunque en su mayoría vinculados con el hockey línea y todos con el mundo del patín.
En la primera jornada principalmente se trabajó sobre fundamentos del arbitraje, posición en pista, actas e informes arbitrales. Hubo un momento para familiarizar a los árbitros con la nueva acta digital que facilita la gestión de los partidos, concluyendo este primer día con un examen teórico de reglamento y práctico de acta.
La segunda jornada se desarrolló de manera práctica en dos fases, una primera donde se evaluó la forma física y capacidad de patinaje de los participantes, y otra segunda donde fueron ellos los que ejercieron de árbitros en la Sede Benjamín, siendo tutelados en todo momento.
¿Y cuál es su valoración personal?
En cuanto al curso, a falta de corregir algunos exámenes, estoy francamente contento con el desarrollo del mismo. Con la trayectoria tan corta que presenta la Liga Gallega, la progresión ha sido exponencial. Tenemos un grupo de árbitros muy capaces, con ganas de trabajar y crecer. La competición autonómica, en general, ha sufrido un crecimiento tanto en calidad como en cantidad que no desmerece a las ligas de otras comunidades, aunque quizá todavía falta un poco nivel de juego. Alguno de los árbitros está a la altura de otros colegiados regionales de otras comunidades o, incluso por encima.
Y en cuanto a la práctica, el nivel de patín era en el peor de los casos suficiente y todos los participantes presentaban una forma física óptima para desarrollar los partidos. Fueron entrando en la pista por parejas para arbitrar, pero creo que en todo momento se dio una imagen muy positiva y, en conjunto, la competición se vio beneficiada por la participación de los árbitros. Se fueron corrigiendo pequeños detalles y, según pasaban los partidos se podía apreciar más seguridad, mejor posición en pista y mejor gestión del partido.
¿Satisfecho entonces?
En general opino que las jornadas han sido muy positivas exprimiendo hasta el último segundo disponible. La organización en todo momento ha brindado un trato y colaboración intachables, con unas instalaciones de primera. Solo queda seguir trabajando y creciendo, para plantearse la posibilidad de promocionar a nacional, si se diera el caso, de algún árbitro.
