Ha sido un verano muy intenso, primero con tu participación en el Campeonato de España y luego en el Europeo, ¿cómo te fue en ambos?
Para el Campeonato de España estuve un mes muy intenso preparándome. Durante los meses anteriores comenzamos las competiciones y en julio estaba en muy buena forma física, me encontraba bien y con muchas ganas de demostrar lo que sabía hacer. Con el incidente del esguince en el entrenamiento del programa largo tuve bastante miedo, pero la confianza de saber que podía conseguir lo que tanto había soñado me hizo patinar con más ganas y en parte creo que la lesión me abrió los ojos a no tener miedo al fracaso, sino a aprovechar el momento y el ahora o nunca fue sin duda la peor y la mejor experiencia que viví en toda mi vida, lo que no olvidaré jamás. Además se desplazó mucha gente de mi club a vernos a mí y a mis compañeros, así que el apoyo en la grada se notó y me hizo sentir muy arropada, celebrando con ellos el tercer puesto alcanzado.
En el Europeo, celebrado en Roccaraso (Italia), fue un poco más complicado, tuve que recuperarme de la lesión y empecé más tarde a entrenar y aunque el pie aún no estaba en condiciones, por momentos me encontraba bien pero al forzar recaía el dolor. Mi entrenadora y yo tuvimos que pensar mucho los entrenamientos y fuimos con cuidado, sin arriesgar en la dificultad, pero por lo menos intentamos asegurar lo que podía hacer bien. Una vez allí la experiencia fue
maravillosa, al encontrarme con los miembros de la selección y con patinadores que hacía mucho que no veía de otros países. Conocer a personas que veía por internet desde hace muchos años fue muy motivador y a la hora de patinar me sentía muy a gusto. Pero los nervios me fallaron en el programa corto y no salió como esperaba. En el largo ya arranqué con más confianza y terminé muy satisfecha, consiguiendo la 5a plaza, lo que para mí es un puesto buenísimo.
Entonces, ¿plenamente recuperada de la lesión en el tobillo?
El esguince ya está superado, puedo hacer perfectamente los entrenamientos pero la movilidad no es la misma y a veces me molesta. Ahora lo que necesito es recuperar la musculatura y eso va
poco a poco.
¿Qué aguardas del Campeonato del Mundo en Reus?
Ir a un Mundial es algo en lo que piensas cuando eres pequeña. De hecho te haces preguntas del tipo de ¿cómo sería ir? o ¿qué habría que hacer para llegar a ir? Pero esas inquietudes se me fueron perdiendo por el camino hasta hace poco, yo patino porque me gusta y entrenaba cada día porque siempre tenía algo que mejorar. Fue hace un par de años cuando vi que a lo mejor tenia opciones también de ir y me centré en eso, así que ahora tengo unas ganas locas de acudir
y disfrutar, hacer lo que sé hacer y demostrar lo que aprendí en tantos años. Como patinadora es lo más alto a lo que se puede llegar ya que no es un deporte olímpico. Sé que va a haber mucho nivel, por eso yo voy con las intenciones puestas en darlo todo y en quedar satisfecha, para intentar estar entre las diez primeras y que me vean. Saber que patino con la actual campeona del mundo me motiva muchísimo.
¿Te hace especial ilusión que se celebre en España? ¿Acudes más motivada debido a eso?
Tiene su parte buena y su parte mala, me encanta que sea aquí porque los patinadores españoles estaremos mucho más arropados y es un orgullo formar parte de una selección y jugar «en casa». Pero por otra parte piensas un poco, pues para una vez que me clasifico para un Mundial, por lo menos que sea en un país nuevo que pueda visitar, pero durante las competiciones no vemos mucho más que el hotel y el pabellón así que yo estoy encantada. Por otra parte puede venir mi
familia a verme y eso va a ser muy emocionante para mí y también para ellos.